Cada domingo son nuestros encuentros (últimamente también los sábados o algunos viernes). Podría decir que sos mi compañía, mi calmante, o mi cábala según lo piensan mis amigos. Sin dudas sos mi cómplice cuando en tu adentros escondes alguna vieja pila alcalina AA de la requisa policial, y presta a ajusticiar al juez de línea impaciente por cobrar off-side ante la menor duda, o sitiar a un jugador del equipo contrario que piensa que inocentemente que puede tirar un corner tranquilamente jugando de visitante.
Sos de esas compañías que se sienten cuando no haces falta, cuando tu ausencia evoca tu representación tu imagen y tu sabor en mi boca. Por vos dejé de fumar y
Soportás el ansioso apriete de mi mano en tu cuerpo en cada jugada de posible Gol, y jamás te quejas de eso, por mas sudada que este mi mano, producto de la manea humana y mis nervios sin mesura ante un juego tan trivial. Mi compañía de vuelta a casa cuando pateamos 40 cuadras nominadas con números. Y en cada beso, cada vez que te llevo a mi boca dejás en el recuerdo ese tenue sabor a sal marina, a sal vencida. Pero tampoco siempre es lo mismo, cada tanto me das una sorpresa, algo que no me esperaba me entregás. Con el paso de los años, mi fiel compañía, se puede pensar que cuando uno espera la sorpresa, cuando la busca desesperadamente no debería tener el mismo sabor. Pero eso es mentira, lo compruebo en cada encuentro.
El Holandés psicótico no supo pintarte, pero yo si creo llamarte, mi fiel paquete de semillas de girasol… hasta el próximo Domingo mi fiel compañera de la ansiedad
3 comentarios:
vendo vendo
tres paketito un peshooo!!!
coke coke!!!
¿Algo que ver con la religión judía? Digo, porque ellos son de comer semillas de girasol.
Si, ademas los judíos creen en LA CABALA, aunque no se en qué consiste el asunto para ellos.
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