Cómo comportarse en una Orgía (IV entrega)

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Por fin tenemos la cuarta entrega del ciclo de educación sexual por parte de Lola, la sexóloga amateur de nuestro blog. Ha estado desaparecida mucho tiempo, pero lo que la conocemos sabemos que estas idas y venidas son habituales, también sabemos que es mejor no preguntar dónde estuvo, ya que sus respuestas podrían dañar nuestra salud mental para siempre. Una vez más, su espacio:

Escribe el señor Bluecheese de capital federal y nos dice: “nuestro jefe de oficina, tiene el habito de epomarnos a varios empleados reiteradas veces por día… ¿puede contar eso como estar en una orgía?"

Justamente este espacio lo he creado para que la gente sepa que es y que no es una orgía. Y para aquellos tienen la oportunidad de participar en una sepan de que manera comportarse, para poder ser convidado a participar nuevamente. Le podría decir que esto que nos describe sr. no es una orgía; primero porque el jefe, seguramente, se los debe empomar en forma individual y no en forma grupal. Segundo seguramente lo hace contra la voluntad de muchos de los participantes, gracias a las leyes de flexibilización laboral. En tercer lugar se podría decir que esa es la relación laboral más típica. Así que señor Cheese no alardee delante de nadie que ud. participa en orgías porque queda muy mal parado, por no decirle que queda como un pelotudo.

Ahora nos pregunta Antonieta de caballito. ¿Dónde pueden dejar los hijos las parejas casadas, para poder participar en una de estas fiestitas?

La verdad es que este tema resulta un verdadero problema para las parejas casadas, y creo particularmente que es un motivo de divorcio debido a la merma de la actividad sexual. Dejar a los hijos con un conocido o familiar es complicado, siempre este tercero pide un teléfono en caso de emergencia y dejar el teléfono del lugar de la orgía resulta algo incomodo. El horario en el cual se hacen estas negruscas fiestas no es compatible con los de las guarderías jardines de infantes y otros. Yo propongo hacer las orgías en casitas de fiestas infantiles mientras a los niños los entretienen la animación de la casita, los adultos se enfiestan en otra habitación, y porque no también en un pelotero.

Nos escribe el Lic. Roberto Kenobi de la calle 60 y 118 de La Plata: “Lola, mi hinchada en sodomizada en cada partido con nuestro clásico rival. ¿Eso es una orgía?”

No licenciado su caso es el mismo que para el señor Cheese, eso no puede considerar un orgía.

La señorita Ana O. de Viena nos escribe: “esto de poner reglas a una orgía me parece un despropósito, ud. apunta contra el espíritu mismo de estas festicholas, lo suyo es una porquería”

Mire señorita, no sé que se piensa ud. lo mió son consejos para aprovechar estas experiencias al máximo, y no un reglamento de lo que esta penalizado o no. Vd. tiene una sobredosis de telenovelas y por eso tiene el cerebelo atrofiado, y para su información le digo que ud. usando dos consoladores tampoco es un orgía así que no sé por qué se me viene haciendo tanto la cancherita ¿eh?...

Bueno amigos, la columna de Lola se ha visto a imprevistamente interrumpida, con el mal humor de la ultima carta se sumo que vio que alguien ha sacado su perfil y su C.V. de los perfiles del blog y hecha una furia está buscando a la Gemela Malvada, porque cree que ella es la ideóloga de esa movida.

Va a ser una pelea para alquilar bunkers antinucleares