martes, marzo 13, 2007

Poesía Mordaz

Desde los últimos meses estoy realizando un taller literario en “poesía mordaz” en el Refugio de la srta. Ailin. Cuando le pregunte a la antes citada ¿de qué se trataba la poesía mordaz? me dijo (poniendo su mejor tono de Yoda) “Tener paciencia deberás” mientras me cobraba la cuota correspondiente y me alentaba a que pague la matricula para el próximo campeonato de Poesía mordaz, del cual ella será referato, presidente del Jurado y tesorera.

Las líneas que siguen se tratan de unos de mis primeros trabajos prácticos en relación al este nuevo genero del verso, que se intitula “Oda a la Vieja en el cajero Automático”



Oda a la Vieja en el cajero Automático.


Oh Anciana señora que algún desafortunado nieto llama abuela
Al decirle gracias cuando le regala un par de medias
Y calzón haciendo juego.

Misma suerte es la que corro cuando la tengo
Precediendo mi lugar al usar el dispensador automático del dinero.

Ud. que vio a Evita con vida
¿Cómo se iba a imaginar usar semejante tecnología?

Odisea en el Espacio, Jules Verne y Wells.
Todo era real, al llegar el futuro.

¿Quién iba a pensar que no habría carros voladores?
Pero si autómatas en lugar de trabajadores bancarios.

Ud entra al privado recinto
Cuan paranoico al senado
Mira para todos lados
¿Sospecha de agentes soviéticos infiltrados?

Una vez adentro hurga durante valiosos minutos en su infinita cartera
La tarjeta no la encuentra...
...¿la habrá dejado en la despensa?
Para mis adentros me pregunto
Señora mayor y entrañable
¿Por qué cuernos no buscó la tarjeta antes?

Cuando las esperanzas del resto de la fila
Se engrandecen con la posibilidad de su pronta salida.
Su tarjeta aparece detrás de una estampita.

¡vaya suerte la mia?
Esperanza se marchita mientras ud trata
De meter la tarjetita.

De las cuatro formas que hay de introducirla
Ud, en su particular sabiduría,
usa las primeras tres en forma incorrecta
Y solo en última instancia le acierta.

La angustia se ve en su rostro
¿Este maligno cajero?
¿Le deglutirá su plástico crediticio?

Le pide una clave ¿Vd. la recuerda?
intruduce duditativa mientras
hace carpita con su mañanita
Recién a la tercera su laguna se llena
la clave está al fin completa

¿de que duda señora?
¿Cree que es posible que el cajero le mienta?

Por qué comprueba seis veces
El saldo de su cuenta
En el comprobare también puede engañarla
Revise otra seis veces y compare
Estos autómatas no son nada confiables.

Los 20 minutos que lleva
La fila considera
Que se trata del purgatorio
Que es una condena

Insultarla no nos llena
Los veinte de la fila
Sólo le deseamos
Que ud. pronto se muera.

1 comentario:

Amperio dijo...

La situación no amerita
involucrarse en disputa
si que de a uno, o de juntos
le griten: -Vieja reputa...!