Un día normal en la vida de Peturra ( y si…)

Todo comienza al despertarme con los portazos del “yaju”, o el repique del celular.
Como cachorrito contento moviendo la colita y todo, me levanto de golpe para sentarme en mi maquina súper poderosa, para hablar con mi Doña Peturra a la lejanía, gracias ala internes. Luego de disfrutar la calida compañía de mi Doña y alegrarme el día, tengo que salir corriendo a trabajar, no sin antes cruzarme con un par de misiles tierra aire, que me caen y siempre traen una etiqueta que dice de parte de la G.M., después paso por lo de Don Kace para pagarle la cuota diaria, por participar del blog. Cosa con la que no estoy muy de acuerdo, pero el viejo insiste que me va a mandar al Dr. Rivarola si no le pago.
Después de todo el tramiterío, me dirijo a la parada del bondi, en la cual aguardo pacientemente la llegada del mismo, claro no sin recibir alguno que otro ataque raro firmado por la tal G.M.(cosa que ya me parece muy sospechosa).
Una vez en el micro, me recuesto y me hago el dormido esté donde esté sentado, así no le tengo q ceder el asiento a naides. Ya en el trabajo, me tengo que enfrentar a todo tipo de deficiencias mentales y /o /u otras molestias que serían gratamente acreedoras de las palizas mencionadas en post anteriores. Luego de aburrirme como el pior, en mi lugar de trabajo, y para colmo extrañando a mi Doña Peturra, empiezo a seguir los concejos de mi Maestro Don Centauro, para mantener la calma, pero cosas como las que hace la Doña Gemela malvada que me ponen de los pelos, me terminan de sacar de quicio, pero gracias a Dios, se vuelve a conectar mi Doña para hacerme compañía y calmarme, y así amansar toda mi fase destructiva apunto de estallar.
Luego ya mas calmo me pongo a discutir contra quien sea sobre lo que sea, para desarrollar un alto grado discuteril, y así bancarmela de frente march contra cualquiera en DB.
Una vez agotada la concurrencia, parto hacia mi hogar para descansar, pero aquí empieza el problema, por que llegar al trabajo a la tarde es tranquilo, pero esperar el bondi diez minutos a la noche es suicidio. La garita se transforma en un lugar aterrador, donde pueden saltar todo tipo de alimañas, y especimenes de la fauna autóctona del lugar, como por ej: el famoso “eeh loco no tené un pesito pá la birra” , o quizás el que nunca falta “eeh vó tené un pucho” . Menos mal que me compre el sable láser por mercado, así los puedo espantar de un mamporro. Ya con las últimas fuerzas y a los sablazos limpios logro subir al colectivo y dirigirme a mi casita, no sin antes soportar los pozos del camino que me despiertan a cada rato (es que a la vuelta duermo de verdad). Una vez en casa y después de distraerme viendo tele o algo, me pongo a escribir para ustedes antes de ir a dormir, por que se me hizo muy tarde, y mañana me levanto temprano y la remilp……..

Si alguno tiene pistas de quien es la G.M. avíseme.